EL HOSPICIO O CINEMATOGRÁFICO DE DON BENITO: UNA TROPELÍA OLVIDADA EN EL TIEMPO.

 PRIMERA PARTE 

 

 

 Vista aérea del solar donde se ubicó el Cinematográfico.

  Vista aérea DE la entrada al Hospicio, 1962.

 

Las transformaciones por las que ha pasado Don Benito han determinado pérdidas significativas en la arquitectura solariega que se construyeron en la Edad Moderna y fueron reformadas al mediar el siglo XIX. Ello inevitablemente supuso mermas en su patrimonio. Más allá de la desaparición de las huellas históricas de ciertos inmuebles, debe reseñarse paralelamente los escasos ejemplos que nos quedan de la arquitectura más modesta que en el siglo XIX se modificaron al añadirle doblados, balcones, cornisas, molduras o rejas. Todo un afán que se dio entre los habitantes de Don Benito para tratar de racionalizar el espacio urbano y diferenciar lo que fue el centro de los arrabales: las calles Villanueva, Arroyazo, Groizard, Doña Consuelo Torres o la misma la Plaza de España cambiaron sustancialmente. Se trató pues de jerarquizar la ciudad de alguna manera. Y en este tiempo, las clases más adineradas se pusieron al frente de la renovación urbana; un cambio que en ocasiones obedeció a una estética y calidades bastante dudables y en otras a un gusto refinado.

 

  Entrada al Hospicio (foto Sánchez Cordero).

Dentro de este afán y de este ambiente innovador, durante el siglo XIX la burguesía liberal dombenitense buscó lugares de esparcimientos. Así, en el último tercio de ese siglo se construyó en el solar de lo que fue el Casino de los Señores, en el número 15 de la calle Palacios, hoy Doña Consuelo Torres, el llamado popularmente como Gran Teatro. Pero en 1905, a instancia del empresario Félix González Caballero, se levantó en el solar donde se ubicaba el antiguo Hospicio el primer edificio que tuvo Don Benito concebido en su estructura como teatro al dotarle de un entramado. Allí, en su origen, se fundó un convento al mediar el siglo XVI, teniendo noticias de ello en 1610 al mencionarlo como Hospital de la Caridad de Santiago y cuando se acometieron las distintas reformas en los siglos XVII y XVIII, ya como un convento franciscano observante; nombre que mantuvo tras la desamortización de Mendizábal y conocido en Don Benito como Hospicio. En este sentido, existen numerosas noticias y referencias del Hospital desde 1714 en los libros de cuentas, en el Interrogatorio de la Real Academia de Extremadura, en el Catastro de la Ensenada o en el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones deUltramar del geógrafo y ministro Pascual Madoz.

 

    Plaza de España,1965.

El nombre de Hospicio se debió a la función que tuvo el primitivo inmueble, aunque existen discrepancias en cuanto a su actividad. Antonio Sánchez Nieto le otorga el cometido de hospedar a curas y frailes en sus viajes de norte a sur, entre Andalucía, el norte de Extremadura y el sur de Castilla, además de ofrecer dotes a aquellas mujeres que querían casarse y tenían pocos recursos. Mientras que Guillermo Paniagua Parejo se centra en la función sanitaria al describirlo como hospital para los estamentos y clases de rentas bajas. Sea como fuere, el edificio se puso a la venta y en 1904 fue adquirido por Félix González Caballero junto al solar llamado el cortinal del Hospicio o la Palma por 2.500 ptas. 

 

     Félix González Caballero.

El empresario dombenitense construyó en esta parcela un teatro cuyo proyecto ideó él mismo al tener conocimientos de arquitectura y convertirse en maestro de obras. Y lo hizo siguiendo la moda establecida desde 1870, cuando primó el denominado «teatro a la italiana», cuyo diseño contaba con una planta para el patio de butacas y la orquesta y con un piso superior, a modo de palcos, en los paramentos laterales. Pero con la llegada a España del cinematógrafo en 1896, el nuevo local pasó con el tiempo a llamarse Salón Cinematográfico. Curiosamente, la primera proyección que hubo en España se dio en mayo de mismo año en el Circo de Parish (después llamado Circo Price) con un aparato denominado animatógrafo. Edificio este que comparte características arquitectónicas con nuestro Cinematográfico, así como su triste final.