Aquella Plasencia
A partir de mediados de los años 40 se produjo la verdadera expansión de Plasencia. Se adquiere el solar situado en la Puerta Talavera para la nueva oficina de la Caja de Ahorros de Plasencia y Hotel Alfonso VIII. El edificio se inauguró en 1951, emprendiéndose con ello el despegue de la zona periurbana de La Data, a la que le siguieron en los años posteriores las del Rosal de Ayala y San Miguel. Con la aparición de nuevas zonas se hizo necesario una declaración del casco histórico de Plasencia como Conjunto Histórico-Artístico en 1956 que se conjugó con el Plan General de Ordenación Urbana de 1957 y su tendencia desarrollista.
Surgió, de este modo, una idea renovadora en la forma de entender la ciudad que, como cortapisa, tuvo la alteración de su paisaje intramuros. Un desarrollo que vino con la revisión del Plan en la década de los ochenta y su carácter expansivo, sobre todo la zona de NE-SO. De hecho, los años sesenta y setenta tajaron el crecimiento de nuevos barrios, El Cotillo, La Data como prolongación de Procasas, Miralvalle, San Juan o la ampliación de San Miguel. Al mismo tiempo, se dotaba a la ciudad de servicios y edificios acordes con la época desarrollista del país, como, por ejemplo, el ambulatorio Luis de Toro en 1965.
Quizá, los placentinos aún se reconozcan en estas fotografías porque la esencia, afortunadamente, no se ha perdido del todo a pesar de los errores que se cometieron con una falsa idea de modernizar la ciudad. Para los que nacieron en los años 60, su ciudad era la que se refleja en estas fotografías, incluida esa Eva de la catedral tapada siguiendo los principios morales de aquella época.
En la de´cada de l,os ñaos setenta se el remozó del hospital provincial en 1971, se construyó construcción el hospital «Nuestra Señora del Puerto» o se inauguró la Ciudad Deportiva. Y, más allá, la intervino en la plaza Mayor al quitar la bandeja central y se interpretó la fachada del Ayuntamiento en 1971, obra de José Manuel González Valcárcel, basada en el proyecto de Antonio González Varagaña, que introdujo elementos renacentistas en el siglo XVIII, inspirados en la fachada meridional de la Catedral Nueva.
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