OBRA ABIERTA U OBRA CERRADA
(historia de un despropósito)
V
Recuperar el pulso o el sentido, que se va perdiendo y que tuvo la Obra Social placentina o La Fundación, es vital para mantener el espíritu que se alumbró en sus comienzos. Las obras que configuran la colección son herramientas fundamentales para conectarse con el arte. La gestión de todo el conjunto de piezas que se han adquirido no es sino un activo que se encontraba en los balances de la entidad bancaria o en la propia Obra Social y han pasado a una fundación que asume el papel de tercer sector al prestar un servicio público desde un ámbito privado.
Esto debería llevar aparejado una rentabilidad social significativa puesto que la temeridad empresarial es casi inexistente, debiendo incidir directamente en la calidad de las adquisiciones hecha para la colección y mostrarlas como un producto o un servicio rentable ante sus clientes y ante la sociedad.
Desde mi punto de vista, el sentido que debe tener la colección de la Fundación Caja Extremadura no es otros que desafiar el reto ante el que no encontramos en la actualidad. Sus adquisiciones deben ser testimonio de las tensiones, los conflictos y las fracturas por los que atraviesa el arte. Reflejo del desgaste que, en el terreno de la estética, arrastra a los coleccionistas a un deseo irrefrenable de estar sujetos a la moda permanentemente. Lejos, pues, de la responsabilidad moral de cuestionar, al subvertir las imágenes y sus significados, nuestra contemporaneidad.
De este modo, los artistas pasan a ser parte de un patronaje en el que la galería determina qué debe producirse acorde con lo moda que el mercado decida, y al margen de aquellos profesionales que den cierta legitimidad a las obras que vayan a configurar los fondos de la Fundación. Las motivaciones que encuadran las adquisiciones son de orden estético, filantrópico, suntuoso o financiero. Y las cuatro confluyen generalmente en la colección, predominando unas sobre otras dependiendo de las etapas por las que la Fundación Caja Extremadura ha ido atravesando.
Consecuentemente, ¿es arte todo lo que contiene la colección? Sí, lo es, aunque la calidad de algunas obras es cuestionable. Sobre todo, si estamos de acuerdo en que hoy prevalece la expresividad emocional por encima de cualquier otro rango. Y ello hace que los cimientos en los que el arte se asienta se agrieten en muchos casos.
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