LOS PAISAJISTAS EXTREMEÑOS (I)

(De Timoteo Pérez Rubio a Salvador Retana)


 Adelardo Covarsí

La representación pictórica de los paisajes se basa en su contemplación y la forma de expresarlos. El paisaje ya no es el fondo de una escena ni el último plano de una obra, es por sí mismo un espacio plástico, algo vivo sobre el que se puede actuar y sobreactuar. El artista contemporáneo apostó por traducir las dimensiones insospechadas que la naturaleza tiene. La huida hacia lo sublime, hacia el interior o hacia lo instantáneo terminó con una visión empírica

La reflexión que los pintores hicieron sobre la Naturaleza ha dibujado un panorama, que va desde los postulados en los que el paisaje acompañaba al relato hasta esa visión interior que han plasmado en sus lienzos, pasando por la mirada costumbrista y el afán renovador de aquellos pintores de posguerra que hicieron del paisaje un verdadero campo de investigación; una búsqueda que no puede entenderse sin las aportaciones románticas que buscaron traducir las dimensiones desconocidas que tienen nuestros entornos. 

Pero esta modelación de las formas de la Naturaleza, que los artistas ha ido representado en sus obras, choca frontalmente con la concepción tecnicista actual, con la propia ciudad y con el hombre del siglo XXI, olvidándose de la cara más «humanista» del entorno y abriendo el camino a la naturalización de lo artificial y, consecuentemente, al antipaisaje.

Los grandes paisajistas extremeños se han esforzado por materializar la idea que aún tenemos concebida del paisaje y su propia transformación. De este modo, han plasmado tanto aquellos que son de secano, los de montaña, los de agua, los urbanos o los industriales (a pesar de ser una región apenas industrializada).

Timoteo Pérez Rubio, Isaías Díaz, Godofredo Ortega Muñoz, Ángel Duarte, Wolf Vostell configuran la primera representación moderna de nuestros paisajes; y lo es al romper con la imagen y las normas establecidas desde el siglo XVI. El punto de partida ha sido cuando toman la Naturaleza como un concepto en sí que supera las obras de Adelardo Covarsí o Eugenio Hermoso.

 

Timoteo Pérez Rubio

Isaías Díaz

Lote 0350GODOFREDO ORTEGA MUÑOZ - Paisaje de encinas y oli

Godofredo Ortega Muñoz

 

 Ángel Duarte

                                     Wolf Vostell

A estas dos generaciones de artistas le seguirán Francisco Pedraja con los ecos de la primera Escuela de Vallecas y un colorido subjetivo; Guillermo Silveira y una visión literaria como si de las ilustraciones de un relato infantil se tratara al distorsionar nuestra percepción; Juan José Narbón y el entorno como crítica social; Luis Canelo con su mirada introspectiva y una doble lectura en sus cuadros, la científica y la filosófica; Antonio Cañamero en su última etapa con ese espíritu casi minimalista de La Serena, etapa que, por otra parte, ha resistido el tiempo y ha envejecido mejor que otros periodos; Vega Ossorio y la estructuración de la Naturaleza; José Massa Solís y José Carmona cuando nos brindan  cuadros caleidoscópicos en los que los paisajes parecen moverse; Luis Ledo con su expresionismo y color; Eduardo Naranjo y su parte más poética en esas vistas paisajísticas donde lo importante es representar el tiempo y la quietud; Miguel Calderón Paredes y su perspectiva esencialista de las escenas; Pancho Ortuño y el giro pictórico en pos de una mirada hacia el realismo de un retorno al orden y pleanairista; la melancolía de Juan Carrillo al contemplar su Valle del Ambroz; y el antipaisaje que nos brinda la obra de Francisco Antolín. 

 

Francisco Pedraja

                             Guillermo Silveira

                                 Juan José Narbón

 

                                         Luis Canelo

 

                                 Antonio Cañamero

 

                                     José Carmona

 

José Massa Solís

José Vega Ossorio. Paisaje 

José Vega Ossorio

Eduardo Naranjo

Miguel Calderón Paredes

                             Pancho Ortuño

 

                                 Juan Carrillo

 


Francisco Antolín

Y más allá, Florentino Díaz y sus interpretaciones personales de la Historia, centradas en de la Sierra de Guadarrama y El Escorial; José María Larrondo con sus juegos asociativos a la hora de mirar su entorno; Hilario Bravo que nunca ha dejado de investigar la Naturaleza plástica y poéticamente; Javier Fernández de Molina con sus paisajes abiertos, enérgicos y sutiles; Antonio Ángel al hacer flotar en colores puros y ocultos sus visiones paisajísticas y donde la memoria, la ausencia y la presencia son los protagonistas; o los visos antropológicos de Salvador Retana.

 

 

                                     Florentino Díaz

 

 

                                  José María Larrondo

 

 

                                     Hilario Bravo

 

 Javier Fernández de Molina


Antonio Ángel

Salvador Retana

Comentarios

  1. Menudo descubrimiento este blog, con maravillosos textos de Javier Cano Ramos. Gracias por acercar al público el arte del paisaje de tan bella manera y generosa, dándonos la oportunidad de aprender mientras disfrutamos de estos textos tan magníficos como necesarios.

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