PAISAJE Y TERRITORIO
El paisaje es hoy objeto de estudio desde distintos puntos de vista. La idea que propongo es hacerlo desde la perspectiva de aquellos artistas que se enfrentan a la Naturaleza para representarla. Así, primero veremos la razón de los paisajes, para pasar a una segunda entrega que hable del arte del paisaje, y para terminar con los paisajistas extremeños que los que han plasmados.
I
DEL SER DE LOS PASAJES CULTURALES.
La historia que narra la protección del patrimonio a lo largo de las cinco últimas décadas ha evolucionado de forma vertiginosa, ampliándose el concepto de aquello que entendemos por acervo cultural. Hoy la conexión existente entre los bienes históricos y el medio físico, la relación entre la ciudad y su territorio a la que se suma la protección del medioambiente, no tiene discusión. De hecho, se habla de patrimonio territorial, de patrimonialización del territorio, ensanchándose los horizontes a otras disciplinas hasta ahora ausentes, como la arquitectura, el arte, la geografía, la agronomía o la antropología. La Carta de Ámsterdam y la Carta Europea del Patrimonio Arquitectónico de 1975 planteaban ya estos principios integradores; fundamentos que se han desarrollado a lo largo del tiempo hasta la Convención Europea del Paisaje, suscrita por España en el año 2000 cuando se firmó en Florencia, o el Plan Nacional de Paisaje Cultural de 2012.
Sin embargo, el concepto de paisaje ha atravesado numerosas dificultades hasta incorporarse a la cultura occidental. En Europa surgió como invención pictórica a fines del siglo XV con el concepto «landschop» en los Países Bajos o de «paesaggio» en Italia. En la edición de 1549 del Dictionnaire François-latin de Robert Estienne, la definición del término «paysage» es ya de una concreción. Y Pierre Richelet en 1680, en la entrada de este término define «le paysage» como «un cuadro que representa alguna campaña». A finales del siglo XVII el término se asume plenamente con el modelo de Antoine Furetière quien propuso dos acepciones sobre «paysage» en su Dictionnaire Universel, impreso en 1690 en Holanda: como territorio y como motivo pictórico. No obstante, existen civilizaciones sin paisaje, como «cara» indú, «topia» ((motivos pictóricos representando lugares) de Marco Vitruvio, «prospectus-amoenia» (amoenitas (el encanto de los lugares) y locorum amoenia (o lugares placenteros) no conciernen al sentido de la vista y hacen referencia a valoraciones que no se limitan al paisaje) …
Esta visión del paisaje puede verse en las obras tanto de aquellos paisajistas que se alinearon con los presupuestos costumbristas, como en aquellos que prefirieron abstraer la realidad e interpretarla., como puede verse, por ejemplo, en las obras de Adelardo Covarsí y Luis Canelo.
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