DE NATURA: la naturaleza en su lugar geométrico
Si algo caracteriza la pintura de Luis Canelo es el dominio de la línea y de los espacios, su precisa técnica a la hora de trazar la pincelada, las formas estructuradas y fluidas al mismo tiempo, la luminosidad de las atmósferas que va recreando, el pálpito del color con sus flujos y reflujos que lo renuevan constantemente y se hace en su última trayectoria más intenso, las líneas envolventes y el ritmo compositivo siempre vibrante. Un modo de sentir la Naturaleza, de percibir aquello donde todo acontece, de desentrañar el armazón interno que la contiene para hacerlo visible, puesto que Naturaleza y estructura se encuentran profundamente unidas.
Los últimos cuadros no son más que eso, una especie de meditación sobre la forma, la estructura, el color y la relación entre la naturaleza y su representación, que a veces la podemos ver físicamente y a veces puede ser mental. No es más que la pretensión de Luis Canelo de establecer un lugar geométrico a partir de la observación y la especulación donde se conjugan elementos descriptivos y figurados. Un paso más en esa formación continua en su pintura.
En este sentido, en las últimas obras y fruto de la evolución pictórica de Luis Canelo, la densidad material con la que relata ese lugar geométrico viene determinada por los colores (verdes, azules, ocres, rojos, cárdenos…), por su modulación y por la disciplina matemática a la que somete a las superficies. Se configura, así, un espacio establecido a tenor de escalas y cadencias. Se puede hablar de una estrecha relación entre materialidad y color, de una concordancia merced a una geometría -o analítica- de los colores que convierte los cuadros, paradójicamente, en un proceso ilimitado al contraponer dos conceptos en apariencia dispares: la materia y el infinito.
Se enuncia en cada obra una correspondencia entre el color y la forma dando como resultado una energía que puede calificarse de corpórea al tener peso propio, al tener densidades y texturas diferentes que representan mundos minerales, vegetales y acuosos. Una energía que viene dada por la luz y por la atracción de las formas que se despliegan en las superficies. Sin luz y sin formas, sin estructura y sin Naturaleza no existe visión y, por lo tanto, para Luis Canelo no hay pintura, el proceso creativo no existe.
Todos estos conceptos son los Luis Canelo nos brindó en la exposición De natura: la naturaleza en su lugar geométrico. Una muestra integrada por obras depositadas en el MEIAC por el propio artista y la Galería Álvaro Alcázar con la finalidad de completar todas las etapas de su trayectoria en la colección del Museo. Se pueden apreciar los trabajos acometidos desde el año 2001 hasta 2020, desde aquellos con un mayor dinamismo en el dibujo y una luminosidad inusual plasmados en obras de corte más intimistas en Mundos en el jardín, en 2005, o el estudio de las estructuras geométricas observables o latentes, de la pulsación y de la materia, en 2013, y el estudio del sustrato geométrico en el que se sustenta el medio físico en Razón y Naturaleza hasta la exposición madrileña en la galería Álvaro Alcázar, allá, en marzo de 2021.
Comentarios
Publicar un comentario